domingo, 11 de agosto de 2013

ERRORES EN EL DIAGNOSTICO Y SESGOS COGNITIVOS


El error diagnóstico en la medicina es muy frecuente. Hacer diagnósticos es una parte fundamental del trabajo del médico ya que sus planes de tratamiento dependen del diagnóstico establecido. Se calcula que alrededor de 10 al 15% de los diagnósticos están equivocados. Pat Croskerry postula que, si bien las causas de los errores diagnósticos son múltiples, la principal son los errores cognitivos. Muchos de los errores al diagnosticar no dependen de una falta de conocimiento, sino de la forma de pensar del médico.
La mente humana es vulnerable a sesgos cognitivos, falacias lógicas, presunciones falsas y otros problemas del razonamiento. Gran parte de nuestro pensamiento cotidiano tiene fallas. Los clínicos no escapamos de esta situación. Las fallas cognitivas las podemos entender mejor si consideramos la manera en que nuestros cerebros manejan y procesan la información. Las dos formas principales son la automática o intuitiva y la controlada o analítica. Cada uno de estos procesos involucra mecanismos corticales, neurofisiológicos y neuroanatómicos diferentes.
Los procesos intuitivos se adquieren a través de las experiencias repetidas. Son subconscientes, rápidos y los empleamos en la mayoría de las actividades diarias. Obedecen a patrones fijos de acción. Aunque estos patrones son indispensables son, sin embargo, la fuente primaria de la falla cognitiva. Del modo intuitivo se derivan la mayoría de los sesgos, falacias y fallas del pensamiento. Si bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones la intuición del médico va a estar correcta, inevitablemente va a fallar en algunos pacientes.
Los procesos analíticos son conscientes, deliberados, lentos y más confiables. Siguen a las leyes de la ciencia y de la lógica. Por tanto, son más racionales. Cuando el  diagnóstico sigue una evaluación analítica, la conclusión casi invariablemente es correcta. Puede fallar, pero esto sucede cuando se siguen reglas equivocadas o intervienen otros factores como la sobrecarga de trabajo, la fatiga, la falta de sueño o problemas emocionales.
Debemos estar conscientes de los sesgos cognitivos que participan en nuestro trabajo clínico, lo cual no es fácil ya que no somos muy propensos a examinar nuestro propio pensamiento, nuestras motivaciones y nuestros deseos. Es deseable que todo clínico desarrolla el hábito de analizarse críticamente y vigilar continuamente su comportamiento intuitivo. De esta manera, podrían disminuirse los errores diagnósticos.

1.-Pat Croskerry, M.D., Ph.D. From mindless to mindful practice. N Engl J Med 2013; 368:2445-2448

3 comentarios:

  1. juan manuel castillo13 de agosto de 2013, 16:09

    Asi es creo que la mejor parte es la autocritica para tambien saber tomar las criticas de los demas , indispensable para el verdadero crecimiento profesional

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  2. El pensamiento intuitivo está sobrevalorado, sobre todo después de la aparición del libro Blink, que popularizó las bondades de este tipo de pensamiento. Sin embargo, creo que debemos revalorar la bondad del análisis pausado y sistemático de nuestro pensamiento.

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  3. el comportamiento intuitivo también esta acompañado de un conocimiento previo y por eso tiende a ser veraz en muchos casos. Seguir la intuición no es malo lo malo es querer tener la razón todo el tiempo! y los médicos tienden a ser MUY soberbios!

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