En la sesión bibliográfica de esta semana
se revisó un artículo que analiza la evolución de los hijos de mujeres embarazadas con
cáncer. En un estudio multicéntrico de casos y controles, se comparó a un grupo
de niños cuyas madres recibieron el diagnóstico de cáncer durante el embarazo,
con niños de madres sin cáncer. Los niños
se siguieron por 36 meses donde se evaluó su desarrollo psicomotor y se
les realizó una evaluación cardiológica a los 36 meses.
Lo que los autores encontraron una mayor
prevalencia de peso bajo al nacer en los niños con exposición prenatal a la quimioterapia (22% vs 15%) y de
prematurez (61.2% vs 8% con una mediana de 36 semanas) pero no se detectó
ninguna diferencia en el desarrollo cognitivo entre ambos grupos. La evaluación
cardiológica a los 36 meses fue normal.
El diagnóstico de cáncer en el embarazo
no es un evento frecuente, presentándose aproximadamente en 1 de cada 1000
mujeres embarazadas, y por ello, la información que existía sobre el efecto del
cáncer y su tratamiento sobre el feto y recién nacido de las mujeres con
neoplasias era escasa. Son muchos factores que podrían tener un efecto negativo
sobre el producto como la dosis, duración o dosis acumulada de medicamentos
antineoplásicos, las complicaciones maternas como la anorexia, nausea, vómito,
pérdida de peso.
De ahí la importancia del presente
artículo, en el que se reporta mayor
frecuencia de prematurez y peso bajo al nacer. No hubo diferencias en la
frecuencia de malformaciones congénitas. Y un dato muy importante, es que no
hubo diferencias en el desarrollo psicomotor. Estos datos permiten dar cierta
confianza a las mujeres que se enfrentan al diagnóstico de cáncer durante el
embarazo, al saber que la mejor opción que tienen tanto ella como su producto, es
recibir tratamiento, especialmente en el 2º y 3er trimestre.