La parálisis cerebral el la incapacidad física más frecuente en la población pediátrica con una prevalencia de 2.1 casos por 1000 niños. En cerca de 80% de los casos no puede definirse la causa y se calcula que 14% de los casos son de origen genético.
La parálisis cerebral es un grupo de trastornos permanentes del desarrollo de movimientos y de la postura que ocasionan limitación de la actividad, atribuidos a alteraciones no progresivas que se presentaron durante el desarrollo del cerebro fetal o infantil.
Una combinación de signos y síntomas permiten fundamentar el diagnóstico clínico de la parálisis cerebral. Los signos clínicos se hacen evidentes y evolucionan antes de los 2 años. Por ello, generalmente, el diagnóstico se establece entre los 12 y 24 meses de edad.
Existen 4 tipos motores fundamentales de parálisis cerebral:
- Espasticidad (85-91%)
- Discinesia (4-7%), que incluye la disponía y la atetosis.
- Ataxia (4-6%)
- Hipotonía (2%)
La discinesia, la ataxia y la hipotonía afectan las 4 extremidades mientras que la espasticidad puede clasificarse de acuerdo al área afectada en:
- hemiplejía unilateral (38%)
- hemiplejía bilateral:
- diplelia, con mayor afectación de miembros inferiores que superiores (37%)
- cuadriplejia, afectando las 4 extremidades y el tronco (24%)
Es frecuente que la parálisis cerebral se acompañe de comorbilidades. y limitaciones funcionales que suelen ser incapacitasteis. Entre éstas, se presentan:
- Dolor crónico (75%)
- Epilepsia (35%)
- Incapacidad intelectual (49%)
- Problemas musculoesquéticos (por ejemplo, luxaciones de cadera) (28%)
- Trastornos de conducta (26%)
- Ceguera funcional (11%)
- Alteraciones auditivas (4%)
La resonancia magnética es una herramienta útil para el diagnóstico de parálisis cerebral. En recién nacidos pretérmino puede identificar anormalidades neuroanatómicas productivas de parálisis cerebral como son:
- Lesión de la materia blanca como la leucomalacia quística periventricular o infartos hemorrágicos periventriculares.
- Lesiones corticales o de la materia gris profunda como ganglios basales, tálamo o lesión parasagital, encefalomalacia multiquísitca.
- Trastornos de la migración neuronal como lisencefalia, paquigiria, displacía corticas, polimicrogiria o esquizencefalia.
Algunos datos de la historia clínica indican un mayor riesgo para la parálisis cerebral:
- Preconcepcionales como historia de abortos, óbitos, medio socioeconómico bajo, anormalidades genéticas.
- Gestacionales como defectos genéticos, malformaciones, embarazos múltiples, sexo masculino, enfermedad tiroidea en la madre, preeclampsia, infecciones, RCIU, prematurez y abuso de sustancias.
- Perinatales como asfixia intraparto, convulsiones, hipoglicemia, ictericia, sepsis.
- Posneonatales como infecciones, lesiones vasculares cerebrales, lesiones cerebrales accidentales y no accidentales, deshidratación presentadas antes de los 24 meses de edad.
Referencias:
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